Manuel Pigem Ras, que no debe confundirse con su sobrino, Manuel Pigem Roset, nació en Banyoles 1862. Con once años cursó estudios de seminarista en el colegio del Collell, donde recibirá las primeras lecciones de dibujo. Unos años más tarde, en 1880, se trasladará a Girona, donde continúa estudios de seminarista.
A partir de este momento su inquietud artística hará que se mueva por diferentes poblaciones: en 1882, en Olot, ejerce el oficio de artesano imaginero, y se hace discípulo de Josep Berga i Boix; entre 1885 y 1886, en Barcelona, asiste a clases de bellas artes, en la escuela Llotja; en 1887 es nombrado profesor de dibujo, en el colegio de Sant Lluís de Banyoles; y finalmente, a finales de 1888 se marcha a París, donde permanecerá alrededor de dos años, viviendo la vida bohemia de la capital francesa y alternando el oficio de decorador con el de pintor.
De vuelta a Banyoles pintará diferentes paisajes, sobre todo de alrededor del lago, y personajes bañolenses, y participará en la decoración mural de algunas casas como el Casino Margarit, Can Bulí, can Gelada, can Butinyà, can Franch o can Cos. También hace decorados para el teatro de Banyoles y para el primer cine. Establece en Banyoles una academia donde imparte diariamente clases de dibujo y pintura. Y en Cadaqués colaboró con el pintor Meifrèn, para una escenografía, y en la Costa Brava pinta algunas marinas.
A partir de 1920 comienza a exponer su obra, primeramente en las Galerías Laietanes de Barcelona. Después seguirán el Ateneu Girona, las Galerías Arenas de Barcelona, las salas Vayreda y Armengol de Olot, la Sala Icària de Figueres, entre otros.
En 1923, cuando era primer teniente de alcalde Joan Malagelada Bramon, firma como una especie de convenio con el Ayuntamiento para ejercer de profesor municipal de dibujo y pintura, cargo que ejercerá en su estudio, impartiendo a veces más orientaciones que lecciones a los alumnos y sin estar sometido a ningún tipo de horario y, más tarde, en la Escola d’Arts i Oficis de Banyoles.
En el ámbito ciudadano colabora en la repoblación piscícola del lago, y fue miembro de la primera junta del Patronato del Lago, y como dice Anton M. Rigau, fue siempre fiel «[...] a su trilema personal de las tres P: pintar, pasear y pescar [...] »y evidentemente, todas ellas alrededor del lago.
Murió en Banyoles 1946 y catorce años más tarde, el pleno municipal del día 10 de febrero de 1960 acordó dar su nombre a una calle.