Después de muchos intentos de llevar el ferrocarril a Banyoles, 1926, la Compañía Ferrocarriles Económicos Españoles empezaba a hacer funcionar la línea férrea de Girona a Banyoles, dedicada, pero, exclusivamente al transporte de mercancías. Entonces, la estación de Banyoles aún estaba en obras y se había retrasado su construcción.
Finalmente, el jueves 16 de marzo de 1928 se inauguró la Estación con la llegada del primer tren de viajeros. El tren funcionó hasta 1956.
El tren tomó el nombre de Tranvía de Girona a Banyoles. Se trataba de un ramal más de la red ferroviaria del popular Tranvía del Baix Empordà que debía unir las poblaciones de Palamós-Flaçà-Girona y Banyoles. El proyecto fue aprobado en 1912. Catorce años más tarde se cerró el ramal de Banyoles. El trazado de los carriles quedó emplazado en la cuneta paralela a la carretera y no se habían construido ni los puentes ni los túneles previstos. Por estos motivos, el tren funcionó mal desde sus inicios y los accidentes y choques con los carros y coches eran frecuentes.
Después de las estaciones de Girona, del Pont Major y de Sarrià, en la comarca del Pla de l'Estany había diferentes apeaderos y estaciones: el apeadero de La República (Riudellots de la Creu), el de Palol de Revardit, el de la Banyeta, la estación de Cornellà del Terri, el apeadero de Borgonyà, la estación de Mata y la línea terminaba en la estación de Banyoles, que estaba en la carretera de ir a Girona (en la actual Avenida de los Países Catalanes ). Esta estación ocupaba una gran explanada con cinco vías ante la fachada del edificio y una detrás. Disponía de una placa giratoria para locomotoras y de un depósito de agua. En el centro de la explanada había dos muelles de carga y descarga de mercancías, uno descubierto y el otro cerrado y cubierto, ya que servía de almacén. Dos vías servían de apartaderos industriales, la una bordeaba la fábrica José Gimferrer, S.A., y la otra estaba emparejada con la carretera. El edificio de la estación era de una sola planta y disponía de sala de espera, despacho y departamento de manufactura; el resto era el hospedaje del personal, compuesto por jefe de estación, el factor auxiliar y el mozo.
En 1927 se adquirieron tres Automotores de bujías de la marca alemana Krupp, pero tuvieron que ser sustituidos por locomotoras a vapor. Algunas de las locomotoras a vapor fueron bautizadas con un nombre propio como: "Andrea" (n. 11), "Banyoles" (n. 12), "Celrà" (n. 13), "Cornellà" (la núm. 14), "Mercedes" (núm. 15) y "Girona" (n. 16).
La canción
La tradición popular bautizó este tren con el nombre familiar de Tren Pinxo de Banyoles e incluso se le compuso una simpática canción. La Canción muestra un tren pequeño, que corría poco y que tenía dificultades a la hora de subir rampas. Ciertamente, la línea férrea sufría de unas fuertes rampas que obligaban a cortar el convoy del ferrocarril y trasladar, por tandas, los vagones desde la estación del Puente Mayor hasta el apeadero de La República, y continuar después con el convoy entero hasta el inicio de la pendiente de la estación de Banyoles, donde, algunas veces, había que repetir la operación de despegar y reenganchar los vagones:
El Tren Pinxo de Banyoles
és el més petit que hi ha
Fet de llaunes i cassoles
i cascos de bacallà.
Passa per la carretera
com si un llamp colpís l’espai.
Quan troba una pujada
ja s’atura a mig camí.
Un matí de primavera
se’n va anar a ca l’adroguer
trencà vidres i finestres
i a la fi sortí al carrer.
I, dóna temps al maquinista
d’anar a beure un got de vi.
